Excavación con zanjas y polución

La polución es una forma de contaminación originada por residuos provenientes de procesos biológicos o industriales, que se caracteriza por manifestarse de una forma especialmente intensa y dañina en medios fluidos (el aire o el agua).

Polución y construcción

Desde la antigüedad, en los procesos de construcción y excavación en búsqueda de minerales (oro, cobre, fierro, pirámides, etc.), los individuos se han visto expuestos a diversos tipos de partículas contaminantes (cuarzo, silicato, lino, etc.). Hoy en día se suman los asbestos, plásticos, residuos de combustiones y de orgánicos sintéticos, entre otros. 

La contaminación por material particulado que puede ocasionar una obra en construcción se caracteriza por ser del tipo difusa o fugitiva. En general, se entiende por emisiones difusas las compuestas por contaminantes del aire que ingresan a la atmósfera sin pasar previamente por una chimenea o conducto de ventilación. 

Polución y excavación con zanjas

Como hemos señalado en otros artículos de nuestro blog, una de las mayores ventajas de la excavación sin zanjas, exitosa alternativa a las tradicionales excavaciones con zanja, es el cuidado del entorno y el medioambiente, dado que los procesos que utilizan este método intervienen mínimamente los terrenos, siendo necesarias únicamente dos aberturas o pozos de acceso. De esta manera, además de evitarse la intervención invasiva de los entornos, se reducen al mínimo las emisiones de material particulado a la superficie.

Por el contrario, las excavaciones con zanja propician la liberación de material particulado dañino de diverso tipo:

  • Polvos neumoconiógenos: producen daño al depositarse en el pulmón, tales como Sílice o Cuarzo, Asbesto, Carbón, etc. 
  • Polvos tóxicos: llegan al pulmón y la sangre los distribuye dentro del organismo, tales como Manganeso, Selenio, partículas de Plomo, etc. 
  • Polvos Alergénicos: al ingresar al pulmón producen reacciones alérgicas y/o asmáticas, tales como los componentes para hacer plásticos, polen, semillas, madera, etc. 
  • Polvos inertes: producen una acumulación en los alvéolos, sin las características de los anteriores. Su presencia obstruye el intercambio gaseoso normal en el pulmón. 

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