El hincado de tuberías, también conocido como pipe jacking o entubamiento por empuje, es una técnica que ha transformado la forma en que se abordan proyectos subterráneos. Desde sus orígenes rudimentarios hasta los sistemas de última generación utilizados hoy, esta tecnología ha evolucionado no solo en términos de maquinaria, sino también como un estándar de calidad en la ingeniería civil moderna.
Los inicios del hincado: soluciones primitivas a grandes problemas
En la antigüedad, la construcción subterránea se limitaba a métodos manuales. El hombre excavaba a pala, y luego instalaba las conducciones, principalmente de barro o piedra, con altos niveles de esfuerzo humano y un control muy limitado sobre la alineación o el asentamiento del terreno.
Fue durante la Revolución Industrial que surgieron los primeros intentos sistemáticos de instalar tuberías sin abrir zanjas extensas. Estas soluciones, aunque todavía básicas, ya mostraban la necesidad de minimizar el impacto superficial. Se empleaban martinetes hidráulicos simples o mecanismos de percusión manual para empujar tubos metálicos a través del suelo, una práctica que sentó las bases para lo que más tarde sería una disciplina en sí misma.
Auge de la tecnología en el siglo XX: precisión y mecánica

El verdadero punto de inflexión ocurrió a mediados del siglo XX, cuando las necesidades urbanas, la expansión de redes sanitarias y la industrialización exigieron métodos más sofisticados. En este período, el hincado de tuberías comenzó a beneficiarse de avances como:
- Sistemas hidráulicos de alta presión
- Técnicas de guía y monitoreo láser
- Materiales más resistentes como el acero reforzado y el hormigón polimérico
Fue entonces cuando el hincado dejó de ser solo una alternativa y pasó a convertirse en una solución preferente en obras urbanas densamente pobladas. La capacidad de instalar tuberías sin perturbar el tráfico o demoler infraestructuras existentes resultó invaluable.
Del empuje al pilotaje: nuevas aplicaciones, nuevas exigencias
En las últimas décadas, el hincado ha ampliado sus aplicaciones. Ya no se limita a alcantarillado o redes de agua potable. Hoy se utiliza en la instalación de:
- Conductos eléctricos de media y alta tensión
- Fibras ópticas y telecomunicaciones
- Tuberías para hidrocarburos
Este cambio ha traído consigo una exigencia técnica mayor. Se requiere una alineación milimétrica, tolerancias estructurales precisas y estudios geotécnicos previos rigurosos. Aquí es donde empresas como Rentamachine juegan un papel crucial, ofreciendo equipos modernos y soporte técnico especializado que aseguran la ejecución óptima del proyecto.
Hincado sin zanja: una revolución silenciosa
El desarrollo de tecnologías como el microtúnel o pipe ramming ha permitido realizar intervenciones casi invisibles. En muchas ciudades del mundo, se instalan kilómetros de tuberías sin que el ciudadano común lo perciba. Este fenómeno, denominado No-Dig o trenchless technology, ha generado un antes y un después en términos de sustentabilidad y eficiencia.
Las ventajas del método sin zanja incluyen:
- Reducción del impacto ambiental
- Menor afectación al tránsito y a la comunidad
- Mayor seguridad en zonas urbanas críticas
Este enfoque también ha sido adoptado ampliamente en Chile, particularmente en proyectos de modernización de redes sanitarias y telecomunicaciones en áreas metropolitanas.
Digitalización y automatización: el presente y futuro del hincado
En la actualidad, el hincado se encuentra en una nueva etapa de evolución: la digitalización. Equipos con sensores de torque, presión, velocidad de avance y sistemas de georreferenciación permiten un control exhaustivo de cada fase del proceso. Esto minimiza errores, optimiza recursos y permite registrar cada intervención para futuros análisis.
Además, se están desarrollando sistemas autónomos capaces de adaptarse en tiempo real a las condiciones del suelo, con inteligencia artificial que ajusta los parámetros de empuje, vibración y lubricación.
Este nivel de sofisticación no solo mejora la precisión, sino que también establece un nuevo estándar de calidad, donde el margen de error es prácticamente nulo.
De técnica a paradigma: el hincado como sinónimo de excelencia
La historia del hincado de tuberías es también la historia de la adaptación. Desde soluciones artesanales hasta tecnologías robotizadas, esta técnica ha demostrado una capacidad única para responder a los desafíos de cada época.
Hoy en día, empresas y constructoras ya no consideran el hincado como una alternativa, sino como la opción predilecta en contextos donde la eficiencia, sostenibilidad y precisión son imprescindibles. Su evolución ha sido tal, que más que una técnica, representa un paradigma moderno de construcción subterránea.
Una técnica que sigue excavando su legado
El hincado de tuberías no es solo una herramienta de ingeniería, es una narrativa viva de progreso técnico y adaptación cultural. Desde túneles cavados a mano hasta microtúneles automatizados, esta práctica continúa transformándose para responder a las necesidades de un mundo cada vez más interconectado. Empresas como Rentamachine.cl lo saben bien: contar con el equipamiento y conocimiento adecuados marca la diferencia entre un proyecto exitoso y uno lleno de contratiempos. Por eso, el futuro del hincado no solo está asegurado, sino que sigue en expansión, con cada metro empujado hacia adelante como testimonio de su evolución.