Georadares: Qué son y cuál es su uso en trabajos de tuneleras

Los Georadares son una herramienta que a través de un método geofísico utiliza pulsos de radar para generar imágenes del subsuelo. Este método no destructivo utiliza radiación  electromagnética en la banda de microondas del espacio radioeléctrico y detecta las señales reflejadas en las estructuras del subsuelo. 

La aplicación de un georadar puede ser en diferentes medios, como suelos, rocas, hielo, agua dulce, pavimentos y estructuras.

Las ondas de radio de alta frecuencia utilizadas por el georadar generalmente están polarizadas en el rango de 10 MHz a 2,6 GHz. El transmisor y la antena GPR emiten energía electromagnética en el suelo, cuando la energía se encuentra con un objeto enterrado, esto es reflejado en la superficie. 

¿Cuál es su principal uso? 

Permite localizar todo tipo de artefactos o estructuras enterradas como, cableado, redes de tuberías, grietas, cavidades o huecos, agua y vestigios arqueológicos.

Al diseñar estructuras subterráneas es muy importante tener el conocimiento de lo que está enterrado en el subsuelo, reubicar y redirigir infraestructura es muy costoso, perturba el entorno y afecta el uso de servicios básicos e incluso el tránsito.

Entre otras opciones como los localizadores electromagnéticos o excavadoras, el georadar es una de las mejores tecnologías que proporcionan información y evaluaciones precisas del subsuelo, es menos intrusivo, puedo localizar cualquier tipo de infraestructura en el subsuelo sin la necesidad de excavar, sonear o realizar perforaciones en el suelo. 

Ventajas

Como ya lo mencionamos su principal ventaja es que no requiere de romper o perforar para realizar el reconocimiento del estado de las estructuras en el subsuelo.

Al realizar recorridos el georadar puede realizar un modelo del subsuelo y las estructuras existentes en él.

El georadar es ampliamente utilizado previo a cualquier obra de excavación en trabajos de tuneleras permitiendo conocer la trayectoria de tuberías enterradas, cables eléctricos, fibra óptica de telecomunicaciones, drenajes, líneas pluviales en el subsuelo y tuberías de gas natural.

Al detectar cualquiera de estas estructuras se evita el daño total o parcial de cualquier servicio ya existente en el lugar.

En la actualidad muchas empresas cuentan con normas que exigen un estudio de georadar antes de iniciar excavaciones, zanjas o perforaciones.

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