El desplazamiento de suelo, también conocido como movimiento de tierras, no es más que el conjunto total de acciones llevadas a cabo en un terreno específico para la ejecución de una obra.
Como es lógico, existen diferentes tipos de suelos a ser desplazados. A grandes rasgos podríamos decir que van desde la roca hasta la tierra y las diferentes combinaciones de ambas. A su vez, la tierra se subdivide en arcilla, arena, limo, materia orgánica y grava.
Cada suelo ofrece así una resistencia diferente para su desplazamiento, la que depende directamente de factores como la dureza, el rozamiento interno y su nivel de cohesión.
Tener en cuenta lo anterior es fundamental para escoger el tipo de maquinaria a utilizar en el desplazamiento de suelo, el que a su vez puede ser a cielo abierto, subterráneo o subacuático.
Tenemos entonces que el conjunto de maquinarias para el movimiento de tierras está compuesto por representantes tan variados y disímiles como lo pueden ser los tractores y las retroexcavadoras, pasando también por las rozadoras o minadoras de túnel y los topos.
Desplazamiento de suelo horizontal sin abertura de zanja
Adentrándonos en la categoría de desplazamiento de suelo horizontal, nos encontramos con las rozadoras o minadoras de túnel que realizan su trabajo mediante una cabeza giratoria. Están equipadas también con un brazo que puede ser monobloque o articulado, así como con un sistema de evacuación del material desplazado desde el frente hasta la parte trasera de la máquina. Estas máquinas se utilizan generalmente en terrenos de resistencia media a blanda o rocas medias-duras para obras de longitudes inferiores a los dos kilómetros.
Cuando las dimensiones son inferiores, como es el caso del hincado de tubería, la maquinaria a utilizar para el desplazamiento de suelo horizontal es otra. Las máquinas para el hincado de tubería empujan el tubo progresivamente por percusión, técnica muy útil cuando se desean evitar la transmisión de vibraciones a construcciones o edificios vecinos a la obra y, por supuesto, las excavaciones de zanjas. Con ellas, el material desplazado se retira al final de la operación de perforación, lo cual se realiza mediante la inyección de agua o con una barrena.
Sea cual sea la obra, siempre habrá una opción de maquinaria para el desplazamiento de suelo. Sólo hay que tener en cuenta el tipo de trabajo y las características particulares del suelo, factores que les permitirán a los especialistas escoger la mejor alternativa disponible.