El hecho de que estés leyendo estas palabras se debe a que existe una conexión con fibra óptica que lo permite. Actualmente, las empresas de telecomunicaciones están avanzando gradualmente hacia la instalación de cableado bajo tierra, específicamente gracias a la tecnología sin zanja que trae muchas ventajas.
Rentables y sostenibles
Los métodos tradicionales para instalar líneas de fibra óptica requieren la excavación de una zanja para colocar los cables, pero esta no es la opción más rentable. Las técnicas de excavación sin zanja son más rápidas y, en consecuencia, menos costosas. También se necesita una mano de obra más pequeña, ahorrando dinero.
En términos de sostenibilidad, no es necesario abrir grandes zanjas y, por lo tanto, existen menos emisiones de CO2. De esta forma disminuye la contaminación del aire circundante al no remover el polvo y los escombros. Además, las tuberías subterráneas son generalmente de polietileno, un material reciclable que eventualmente se podría reutilizar para reemplazar o reforzar otros montajes.
Beneficios en las ciudades
El cableado tradicional sobre tierra genera un impacto evidente en las ciudades: no sólo afecta el paisaje, sino que además tiene consecuencias negativas sobre el hábitat y riesgos potenciales en la salud humana. En contraposición, y gracias a la excavación sin zanjas, el “soterrado” o cableado subterráneo trae múltiples beneficios en la ciudad:
- Redes menos expuestas a caídas de torres y postes.
- Disminuyen contingencias por inclemencias del tiempo como viento o tormentas eléctricas.
- Prevención de accidentes humanos por choques o incendios.
Conexiones más seguras
A través de la tecnología de excavación sin zanjas, se pueden instalar tuberías subterráneas que protegen a la fibra óptica dentro del ducto. De esta manera, los ciudadanos pueden disfrutar de servicios estables de telecomunicaciones como internet, telefonía y TV por cable, ya que el cableado no se expone a factores externos como derribos de postes o el desgaste natural por fenómenos climatológicos.
Alta resistencia
Aunque la fibra óptica es ligera, se trata de un material de alta resistencia. De hecho, el cableado soporta temperaturas desde -5 a 90° C. Adicionalmente, resiste otros factores que pueden generar problemas bajo tierra, como por ejemplo las filtraciones de agua o mordidas de pequeños roedores.