El programa de agua potable rural (APR) tiene como objetivo inicial llevar el vital líquido a todas las localidades rurales de Chile. Este proyecto inició operaciones en el país en 1964, mediante el Plan Básico de Saneamiento Rural, el cual mantuvo el estatuto prioritario sobre el abastecimiento público de agua imponiendo la meta de proveer hasta un 50% de agua a la población rural de la década 1960-1970.
A través de la historia, el plan se manejaba con voluntarios que se dedicaban a administrar los recursos asignados por el gobierno. Pero eso cambió en 2017, cuando se reformó la Ley 20.998 donde se establecen los procesos de dicho programa, pues se determinó distribuir las responsabilidades a diversos agentes como el Ministerio de Obras Públicas (MOP), el cual debe integrar la Sub Dirección de Servicios Sanitarios Rurales para apoyar con dudas a inversionistas y empresa de tuberías.
Igualmente, la ley incluye a la actual Superintendencia de Servicios Sanitarios o, por sus siglas, SISS. La dependencia mantiene una cierta autonomía, encargándose de llevar el control de las operaciones en los sistemas sanitarios, así como de la fiscalización de recursos, pues determinará la tarifa por cobrar a los usuarios.
Los voluntarios, actores imprescindibles en esta ecuación, pasaron a ser representados por un nuevo Consejo Consultivo Nacional. Este organismo se creó para reforzar las bases en participación ciudadana y promover el debate en las comunidades, de esta manera, las personas podrán decidir sobre temas que les afectan directamente a sus pueblos.
Importancia del programa de agua potable rural en el país
Principalmente, se pretende suministrar el líquido a la población rural que aún no cuente con instalación de tuberías para otorgar el servicio. Este es un gran problema pues aún hay zonas en Chile sin agua potable, un derecho humano vital decretado por la Asamblea General de las Naciones Unidas y aplicable a todos los países que pertenecen a ella. En consecuencia, estos poblados están siendo privados de un derecho fundamental.
Por ello, se sigue trabajando en la implementación del APR en las provincias faltantes con la finalidad de llevarles agua de calidad, cuidada con los más altos estándares para cuidar su salud y no interrumpir el servicio de agua potable.
Cómo una empresa de tuberías puede ayudar a expandir por todo Chile el APR
Llevar a la acción el programa de agua potable en el país puede parecer un trabajo difícil, sin embargo, contar con la ayuda de especialistas en tuberías subterráneas seguro marca la diferencia.
Una empresa de tuberías se encarga de verificar el estado total de la zona a fin de garantizar que se puede llevar a cabo la instalación de los conductos con el fin de suministrar el agua. En algunos casos, el trabajo puede hacerse por medio de excavación sin zanja, el cual consiste en realizar dos pequeñas cavidades para todo el trabajo. También permite tener un significativo ahorro porque la tubería queda instalada en unas horas y sin tener que rellenar de nuevo agujeros enormes.
Si bien, pueden existir diferentes opciones para hacer la instalación de tuberías subterráneas, es mejor contar con ayuda de una empresa experimentada. Por ejemplo, si se cuentan con herramientas como el Grundoram, el hincado de tubería no afecta la naturaleza del lugar, no genera demasiado polvo, ruido y reduce la contaminación producida por ese tipo de faenas.Sin duda, recurrir al método de excavación sin zanjas en la instalación de tuberías subterráneas será un gran acierto para todos en la comunidad, pues se benefician al asegurar la distribución de agua potable, con una pequeña inversión, pensando en mejorar su calidad de vida.