Tuberías que mantienen el agua en su estado puro

Contaminar suele ser demasiado simple. Por contrapartida, mantener la pureza del medioambiente o algún elemento se presenta como una tarea difícil y compleja. 

Lo positivo es que para asegurar la pureza del agua, o por lo menos no sumarle agentes externos, existen diferentes tipos de tuberías desarrolladas para su efectivo transporte.

El material de las tuberías cobra vital importancia al considerar que el agua transportada es, principalmente, para consumo humano. Así, cualquier impureza en el sistema de transporte, que básicamente es la disolución de metales, químicos o sólidos en el translúcido fluido, puede causar graves problemas de orden sanitario.

El retroceso del metal

La plomería no adquiere su nombre de forma fortuita. El plomo llegó a ser el principal material utilizado para la instalación de tubería, hasta que el tiempo dio cuenta de sus efectos negativos. 

Por medio de un proceso llamado lixiviación, que es la extracción de la materia soluble de una mezcla mediante la acción de un disolvente líquido, el plomo infiltra sus nocivos contaminantes en el suministro de agua

La corrosión a la que se somete el plomo con el paso del tiempo es la causante de la contaminación del agua, la que se ve propiciada por factores como la temperatura y la acidez del líquido transportado. 

Si bien el plomo está obsoleto, en la actualidad se siguen usando otros materiales metálicos propensos a la lixiviación para el transporte de agua. Lo aconsejable es obviamente evitarlos y para ello hay que estar bien informados.

Los nuevos materiales

Las normas y certificaciones internacionales nacen para ayudar en la seguridad del medioambiente y el ser humano. Las tuberías se rigen el día de hoy bajo la norma NSF 61 que se preocupa de analizar cualquier material o compuesto que tenga la posibilidad de filtrar contaminantes que alteren la composición o pureza del agua.

Uno de los nuevos materiales para el transporte de agua es el PEX (polietileno reticulado), sin embargo no todas las marcas que fabrican tuberías con este material cuentan con la clasificación NSF 61. 

Un material que ciertamente no filtra contaminantes al agua es el PVDF (fluoruro de polivinilideno), pero lo negativo es lo costosa que puede llegar a ser su mantención.

El famoso PVC (cloruro de polivinilo) destaca dentro de los materiales de tuberías. Resalta su impermeabilidad que lo hace resistente a la corrosión y, por tanto, a la lixiviación. Eso sí, las altas temperaturas son sus grandes enemigas: el PVC no mantiene sus propiedades físicas cuando se expone al calor.

Finalmente, está la estrella de los materiales de tuberías: el CPVC (policloruro de vinilo clorado): Cuenta con la resistencia a la corrosión del PVC, a lo que suma una alta fiabilidad en temperaturas y presiones elevadas. Es el material que íntegramente cumple con la norma NSF 61, proporcionando así una seguridad continua a largo plazo.

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